Este blog existe porque existen los instantes, que son algo así como una imagen fija de un momento de nuestra existencia. Y existe porque existen las palabras, esas comunicadoras que se entrelazan para contarte cosas y para contar contigo...



Escucha esto...

Amanda Mair:

Joven, 17 años. Sueca. Su primer disco, aún por salir, pero ya podemos ir escuchando algo. Sus inspiraciones musicales pasan por Melody Gardot, Feist, Sufjan Stevens y Bon Iver. Triunfará.
¿Te gusta?
DALE AL PLAY EN EL IPOD.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Excusa de color.

Me encantaría quedar, pero hoy tengo un marrón.
Número 21 de la Rue de la Cheaux, Quimper, Francia.

martes, 29 de septiembre de 2009

Nunca decepciona.

Me gusta esperar nada.
Con el electroencefalograma plano y el suelo ondulado.

Sugerencia.

Un día tú podrías subir y yo bajar, y hacernos los encontradizos, como ahora.
Escaleras en un hotel con encanto, en Vitré.

Frialdad felina.

Tu mirada dura se me antoja quietud de porcelana.
Posado intimidatorio; me gustan los gatos.

martes, 15 de septiembre de 2009

Rayuela.

Bioelemento biónico biológico bioquímicamente biodegradable.
Juego infantil... ... y de de palabras. Jardín en Rennes.

Economía.

El precio de vivir el día a día se me antoja demasiado inflacionista.
Puñado de monedas que hace tiempo dejaron de comprar para ser compradas.

Vanidad.

Y dicho esto, querido público, por favor, repito: no dejéis que mis palabras influyan en vuestra actitud.
Congregación secular de imposibles oyentes.

Tristeza.

La nostalgia de un atardecer a veces impide ver horizontes.
Ciudad de Rennes.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Hacemos lo mismo.

Mientras miro, miras.
Sentado en unas escaleras, con la mente casi en blanco.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Paso de peatones.

Como el pasado, la sombra de lo que somos se cruza inevitablemente con nosotros.
Un paseo urbano con Ana, atardeciendo.

Maderos.

- Disimulad. Creo que nos miran.
Maderas decoradas con sencillez a la entrada de una tienda de juguetes.

Cuadro.

Me asomé porque me pareció oirte llegar.
Me alegro de verte de nuevo.
Cuadro en una tienda de antigüedades, en Dinan, Francia.

Con humor.

Irónico, espera lo que no espera.
Balcón orginal de una casa de la Barceloneta, Barcelona.