- Como te decía, hay que guardar las apariencias porque, aunque no lo creas, mucha gente puede estar mirándonos ahora mismo, y no siempre con buenos ojos.
- A mi eso no me importa. Ya lo sabes.
- Lo sé querida, a tí no parece importarte nada. Pero el prestigio es mi falsa realidad que a tí te permite vivir como una reina. Así que déjate de remilgos y sonríe a esa hiena que nos mira. Es la mujer del alcalde.
Acogedor balcón metropolitano en el Borne, Barcelona.
- A mi eso no me importa. Ya lo sabes.
- Lo sé querida, a tí no parece importarte nada. Pero el prestigio es mi falsa realidad que a tí te permite vivir como una reina. Así que déjate de remilgos y sonríe a esa hiena que nos mira. Es la mujer del alcalde.
Acogedor balcón metropolitano en el Borne, Barcelona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario