
Pido por los que a fuerza de sufrir se olvidaron ya de pedir.
Confieso que jamás me he confesado. Y confieso que es cierto.
Este blog existe porque existen los instantes, que son algo así como una imagen fija de un momento de nuestra existencia. Y existe porque existen las palabras, esas comunicadoras que se entrelazan para contarte cosas y para contar contigo...
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