Mientras me calzo las mullidas zapatillas de casa tengo la sensación cada vez más cierta de que ando descalzo por la vida.
Y la vida, duele.
Fotografía que tomé en el Cerro del Moro, al poco de llegar a Cádiz, de un edificio que hoy ya no existe.
Este blog existe porque existen los instantes, que son algo así como una imagen fija de un momento de nuestra existencia. Y existe porque existen las palabras, esas comunicadoras que se entrelazan para contarte cosas y para contar contigo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario